No solo es uno de los plásticos más versátiles, y uno de los más utilizados en todo tipo de artículos (desde tuberías hasta envolturas para alimentos y otros productos del hogar), sino que también es ampliamente reciclado, tanto en su forma rígida (por ejemplo, en contenedores) como en su forma flexible (por ejemplo, en bolsas).
- Es ligero pero sumamente fuerte. Es por eso que una jarra de HDPE que pesa 2 onzas puede transportar hasta 3.5 litros de leche. Asimismo, es por ello qué muchos fabricantes de automóviles usan tanques de combustible de HDPE, ya que las piezas vehiculares de menor peso pueden ayudar a aumentar la eficiencia del combustible.
- Es resistente a los impactos. Basta soltar algún producto en base a este material (como un camión de juguete) por las escaleras para observar cómo rebota y resiste a la caída.
- Es duradero y resistente a la intemperie. Por tal motivo, los productos como los mobiliarios para jardines o patios traseros confeccionados con este material, pueden aguantar por mucho tiempo.
- Resiste moho, hongos, pudrición e insectos. Por ello es ideal para tuberías subterráneas que se utilizan en los suministros públicos de agua.
- Se moldea fácilmente en casi cualquier forma. El polietileno de alta densidad proporciona uno de los principales beneficios de la mayoría de los plásticos, a saber, la maleabilidad.


